Múnich (en castellano se pronuncia [Ëmu.nik] o ['mu.nitÊ]; en alemán, München [ËmyËnçÉn] o Minga en dialecto bávaro) es la capital del Estado federado de Baviera y, después de BerlÃn y Hamburgo, la tercera ciudad de Alemania.
El exónimo en español de la ciudad, que posee la particularidad de contar con una 'ch' final, algo ajeno al sistema español, proviene de los exónimos en francés e inglés. Por tanto, la pronunciación del exónimo es, etimológicamente, [Ëmunik], a través de la pronunciación del exónimo en inglés, o ['munitÊ], siguiendo las normas de pronunciación habituales del español. El gentilicio es muniqués (y su plural muniqueses). El Diccionario Panhispánico de Dudas desaconseja la pronunciación con diptongo [Ëmiunik], propia del inglés.[1
La ciudad es atravesada por el rÃo Isar al sur de Alemania.
Su punto más alto es el Warnberg, situado en el decimonoveno distrito (Thalkirchen - Obersendling - Forstenried - Fürstenried - Solln), con una altura de 519 m. La cota más baja, de 492 m, se encuentra al norte, en el distrito de Feldmoching.
El rÃo Isar transcurre por la ciudad durante un total de 13,7 km, entrando por el sudoeste y abandonándola por el nordeste. En el rÃo se hallan varias islas, como la Museumsinsel (Isla del Museo), llamada asà porque en ella se encuentran el Deutsches Museum (museo de la Historia de la Ciencia y la Técnica Alemana), o la cercana Praterinsel.
Alrededor de la ciudad existen numerosos lagos, de los cuales se pueden destacar: el Ammersee, el Wörthsee y el Starnberger See.
En este último lago tiene su origen el rÃo Würm, que juntamente con el Hachinger Bach y los diversos canales del rÃo Isar bañan la ciudad. Pero aún asÃ, la mayorÃa de las derivaciones del rÃo Isar que pasaban por el centro fueron canalizadas o incluso desecadas a causa de las obras del metro y el ferrocarril.
Historia [editar]
ArtÃculo principal: Historia de Múnich
Munich fue fundada en 1158 por Enrique el León como centro comercial. En el siglo XIII, la familia Wittelsbach, que gobernaba como duques de Baviera, se estableció en la ciudad.
Después de un incendio, la ciudad fue reconstruida por el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Durante la Guerra de los Treinta Años, el rey de Suecia tomó la ciudad.
A comienzos del siglo XIX la ciudad, al igual que el resto de Baviera, pasa a formar parte de la Confederación del Rin fomentada por Napoleón I. Tras el derrumbamiento del Imperio Napoleónico, Baviera se unió a la Confederación Germánica.
Durante los reinados de Maximiliano I, LuÃs I y LuÃs II, la arquitectura de la ciudad floreció como nunca.
Luego de la victoria alemana en la Guerra Franco-Prusiana, liderada por Otto von Bismarck, Baviera y con ella Múnich pasaron a integrar el Imperio alemán.
Al terminar la Primera Guerra Mundial, Múnich se convirtió en el foco de los principales movimientos que rechazaban las condiciones de paz que el Tratado de Versalles imponÃa a Alemania. En este contexto se llevó a cabo en 1923 el "Putsch de Múnich", levantamiento dirigido por Adolf Hitler.
En 1938, los representantes de Francia, Reino Unido y Alemania firmaron los Acuerdos de Múnich, por los que se cedÃan los Sudetes a Alemania.
En el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, Múnich fue gravemente dañada. Sin embargo, en las décadas posteriores al conflicto se ha reconstruido cuidadosamente.
Finalizada la Segunda Guerra Mundial, el estado de Baviera se integró en la República Federal de Alemania (Alemania Occidental) hasta la reunificación alemana, el 3 de octubre de 1990.
Múnich es un moderno centro económico. BMW (Bayerische Motoren Werke) y Siemens AG tienen aquà su sede principal. El gobierno local fomenta el desarrollo de la industria de alta tecnologÃa y proyectos de investigación en los ámbitos de la biologÃa, las tecnologÃas de la información, aeroespacio y automotriz.
La ciudad y sus alrededores constituyen una de las regiones con mayor concentración de riqueza en el mundo.
Uno de los elementos importantes de la economÃa local y regional lo conforman los Biergärten, donde los habitantes locales y regionales acuden y conviven, especialmente durante la primavera y el verano.
En los últimos años, el endeudamiento de la ciudad ha crecido hasta situarlo por encima del resto de las ciudades alemanas desde 2005.[2]
La deuda por habitante se situaba entonces en los 2.651 Eur/hab. seguida por Colonia (2.571 Eur) y por la de Fráncfort del Meno (2.3138 Eur).
Como contrapartida, la ciudad dispone de una gran riqueza en activos en forma de participaciones en edificios y viviendas y en los servicios municipales.